“Alguien dijo una vez / que yo me fui de mi barrio. / ¿Cuándo?… ¿Pero cuándo? / ¡Si siempre estoy llegando! / Y si una vez me olvidé, / las estrellas de la esquina de la casa de mi vieja, / titilando como si fueran manos amigas, / me dijeron: ‘Gordo, Gordo, quedate aquí, / quedate aquí’.” Aníbal Troilo sigue presente en la atmósfera de Buenos Aires. Su obra es parte sustancial de un tesoro cultural que identifica a los argentinos. Pero ¿cómo fue que el sonido de su bandoneón se volvió único? ¿Qué lo caracterizaba como compositor? ¿Cómo llevó adelante sus proyectos? ¿Qué estilo de dirección lo convirtió no sólo en un músico admirado por sus pares y por el público en general, sino también en una persona querida y respetada? Este libro analiza y entrelaza dos aspectos fundamentales de la obra de Pichuco. Por un lado, mediante un orden riguroso, se traza la cronología de sus grabaciones y se exponen las cuestiones salientes que ella arroja, con el fin de graficar la vida musical de un hombre que marcó definitivamente un antes y un después en la historia del tango. Por otro, quizás de manera subjetiva, se esboza una visión de las diferentes etapas artísticas por las que atravesó para pintar su ciudad y su propia existencia, como pocos artistas pudieron hacerlo. Ese análisis musical se complementa con una serie de entrevistas a quienes lo acompañaron en su vida profesional y un compendio de imágenes de valor incalculable. Tal vez, con todo ello, Siempre estoy llegando explique por qué Pichuco nos sigue emocionando con el paso del tiempo.