El rótulo que define la línea argumental que el autor recorre en este libro, es el que corresponde al subtítulo: Sólo se puede ser, siendo con otros. La suficiencia o el déficit de ese ser con los otros, define la magnitud que alcanza la cualidad fundamental que el título designa: El interés en la vida. Se trata de inter-essere, de ser "entre" otros, y en esa ineludible realidad de la vida, que ocurrirá bien o mal, pero que inevitablemente ocurre, reside la forma buena o mala en que nos alcanzarán la cosas de la vida, aquellas que, sin poderlo evitar, nos importaron, nos importan, y nos importarán, siempre, mucho más de lo que a veces preferimos creer.
Los capítulos de este volumen intentan mostrar, casi esquemáticamente, centrándose en las ramas, y dejando el follaje, que escapa a las posibilidades de un libro singular, no sólo las distintas vicisitudes, sino también las circunstancias del mundo en que vivimos, que nos conducen hacia las formas habituales en que la ineludible condición de ser entre otros, conviviendo, ingresa a veces en pesadumbres y carencias que son típicas de las épocas que una vida recorre.
Contemplar desde ese ángulo las pesadumbres y carencias que suelen colocarnos "en los umbrales de la enfermedad", no sólo nos ilumina "desde el alma"; lo que muchas veces sucede en el cuerpo, también nos permite comprender cómo el alma se "conforma", mejor o peor, resonando a su manera con el espíritu que impregna su entorno.